martes, noviembre 24, 2009

Artículo sobre minería en revista minera de Chile

En San Juan, la minería no es un tema baladí. Todo el mundo tiene una opinión sobre ella: a favor o en contra.

Leyendo una revista sobre minería (www.nuevamineria.com) nos encontramos con afirmaciones realmente preocupantes.

Se las mostramos aqui para que saquen sus propias conclusiones.

Lo que queda después de la existencia de una faena minera es, muchas veces, tierra de nadie. Muchos antiguos predios abandonados con altos contenidos de metales pesados conforman los pasivos ambientales que hoy preocupan a la industria. El abandono de estos sitios se traduce en millones de partículas de metales acumuladas que se dispersan hacia centros poblados, cursos de agua y terrenos agrícolas, zonas altamente susceptibles de recibir esta contaminación.


U
no de los principales problemas que enfrentan las fundiciones en Chile es que hasta el momento no se tiene una tecnología propia para el tratamiento de los polvos de fundición que se generan en el país. Estos polvos arrastrados son capturados en los precipitadores electrostáticos, generándose un residuo denominado PEPA (Polvos electrofiltro planta ácido), que son considerados como residuos peligrosos por la normativa vigente del Ministerio de Salud. Se trata de residuos tóxicos que contienen elementos como arsénico, plomo y cadmio que generan un serio problema ambiental para el país que fue enfrentado por un proyecto en el que participó CIMM.


Por otro lado en su edición del mes de octubre la revista trata sobre los pasivos ambientales y dice lo siguiente:

Nadie desconoce el rol preponderante que constituye la minería
dentro de la actividad económica de nuestro país, para su crecimiento
y desarrollo. Sin perjuicio de lo anterior, en el marco
de esta larga historia de tradición minera, no ha tenido lugar una regulación
legal clara que determine a quien y de qué manera corresponde
hacerse cargo de aquellos pasivos ambientales mineros (“PAM”) a los
que han dado origen diversos proyectos en Chile.

Concordante con lo anterior, es necesario tener en consideración que los
PAM constituyen por un parte una amenaza a la salud y seguridad de las
personas, y por otra, una amenaza a la conservación del medio ambiente.
Dentro de los riesgos que llevan aparejados los PAM, encontramos,
entre otros, la toxicidad de las sustancias contenidas en los mismos, el
arrastre de polvo, el potencial de aguas ácidas, eventuales derrumbes
o desmoronamientos de tranques, etc.

Con la finalidad de evitar consecuencias adversas significativas tanto
sobre la comunidad humana como sobre el medioambiente, se hace
urgente la existencia de un marco legal regulatorio que incorpore en
el desarrollo de la actividad minera el concepto de desarrollo sustentable,
de manera de poder garantizar a las generaciones futuras
la satisfacción de sus necesidades en una forma compatible con la
protección del medioambiente.

Se hace necesario que las empresas incorporen dentro de sus respectivos
procesos productivos la variable medioambiental como un
concepto más a considerar dentro de sus presupuestos, dando cumplimiento
de esa manera al principio norteamericano denominado
“from the cradle to the tomb” o “desde la cuna hasta la tumba”, es
decir, implementar una planificación integral del proceso productivo,
determinando desde el inicio de las faenas el proceso y mecánica de
cierre de las mismas.

En virtud de lo anterior, es de gran relevancia ser capaces de interiorizar
en los criterios de actuación de las empresas mineras en sus procesos
extractivos, una mentalidad de carácter preventiva y no correctiva,...


Como vemos Chile, país toamdo como ejemplo por muchos vecinos al oeste de la cordillera sufre importantes falencias legislativas que convierten en tierra de nadie los emplazamientos de los magaemprendimientos mineros cuando estos finalizan su etapa extractiva.

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